Un estudio reciente encontró no sólo escuchando, sino controlando y creando música a tu ritmo tenía un efecto profundo en el esfuerzo hecho durante un entrenamiento.
Escuchar música cuando vas al gimnasio para mejorar su entrenamiento, no es exactamente un concepto nuevo. Pero entender cómo tus canciones favoritas mejoran tu ejercicio es un poco menos obvio.
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Aquí están seis muy buenas razones para escuchar tu música durante tu próximo período de sesiones de gimnasio.
1. La música es una distracción BUENA
Mientras que el estudio sugiere que hay más aparte de distracción, ejercitarse con música hizo a los participantes menos conscientes de su esfuerzo. Tal distracción puede beneficiar el rendimiento atlético por hasta 15%, informó The Guardian. Cuanto más rápido mejor, según WebMD: melodías felices u optimistas tienen más información para que nuestro cerebro procese, que mantiene a tu mente ocupada.
2. Aumenta tu esfuerzo.
Un estudio de 2010 encontró que ciclistas trabajaban mucho más cuando escuchan música rápida en comparación a la música en un tempo más lento. Pero demasiado rápido no es bueno, tsmpoco. Canciones entre 120 y 140 latidos por minuto (bpm) tienen el máximo efecto en deportistas moderados.
3. La música te pone "en la zona".
Todo el mundo tiene esa canción que te mete "en la zona", y hay ciencia de por qué funciona. Asociamos a ciertas canciones con recuerdos, a menudo relacionadas con el contexto en el que originalmente escuchamos, como la primera vez que viste Rocky. Canalizar esa memoria -o incluso sólo la emoción del cantante- eleva la fuerza motivacional de la canción y se ha demostrado para mejorar el rendimiento físico.
4. Un buen bajo puede ayudar a mantener el ritmo.
El ritmo de tu música de entrenamiento estimula el área motora del cerebro como para cuándo moverse, de tal modo ayuda a hacer ejercicios como correr o levantar peso. Escuchando a estas señales del tiempo nos ayuda a utilizar nuestra energía más eficientemente, ya que mantener un ritmo constante es más fácil en nuestros cuerpos que pasar a lo largo de una sesión de sudor.
5. la música puede elevar tu estado de ánimo.
Un análisis hecho en agosto de 2013 encontró que las personas a menudo escuchan música como una manera de cambiar su estado de ánimo y encontrar la conciencia de sí mismo. Los participantes del estudio dijeron que escuchando música les permitá pensar en sí mismos, que querían ser y darles un escape del presente. No importa lo que pasó hace una hora, puedes utilizar tu música para ayudarte a escapar de la negatividad y llevar a cabo tu entrenamiento.
6. Hace que quieras moverte.
¡Realmente no puedes parar el ritmo! Los investigadores encontraron que cuando música posee cualidades de "alto-groove", el cerebro se excita y provoca movimiento en el oyente. Básicamente, tu lista de reproducción tiene la habilidad de hacerte mover, sin importar cuánto estás temiendo el entrenamiento.
